Elvira Patiño, quien hasta hace unos días se desempeñaba como delegada gremial, contó que fue citada a las oficinas de la empresa donde le comunicaron “que la empresa está pasando por una circunstancia mala”, por lo cual se realizaría una reducción de personal en la cual se encontraba incluida. La trabajadora reclamó por los fueros y aseguró que esperó su “telegrama de despido, que nunca llegó”.
Al igual que a los restantes despedidos, que se desempeñaban en diferentes plantas fabriles de la ciudad, a Patiño, al otro delegado gremial y las restantes cinco personas que fueron desafectadas; le impidieron el ingreso a su lugar de trabajo. Ellos dicen que se trata de una medida “que esperábamos, porque habíamos tenido varios encontronazos. En realidad, a nosotros no nos despide la empresa, nos despide el gremio por el hecho de que no estuvimos de acuerdo con que ellos mismos aceptaran que nos pagaran los aportes solo por cinco días, ya que decían que supuestamente el resto de los días estábamos suspendidos, algo que no era así”, afirmaron.
Además, señalaron que se vieron perjudicados porque no se respetaban los acuerdos salariales, ya que nos percibían en forma diferida. Ahora se encuentran reclamando el pago correcto de las indemnizaciones, incluso para quienes tenían fueros gremiales. Creen que la empresa pretende pagarles la indemnización al 50%, por lo cual ya recurrieron a abogados particulares para el inicio de las correspondientes acciones.
